sábado, 26 de enero de 2008

Anoche...

Anoche soñé con vos. No recuerdo muy bien, pero las cosas sucedían más o menos así...
estabas en un palier en donde había muchos chicos, creo que eras niñero y yo también, curioso que yo tenga paciencia para desempeñarme en un trabajo así. Yo no sabía que estabas ahí, pero cuando con uno de los chicos, entré a un negocio como esos que hay en las galerías, esos que están a menos nivel del suelo. Creo que yo tenía ganas de mirar esa boutique de juguetes antiguos, juegos de ingenio y esas cosas, pero grande fue mi sorpresa cuando entre las cosas de la vidriera, miré un poco más en profundidad y tus cabellos desprolijos, tus rulos endebles, tu castaño chocolatoso. Un sweater que ahora no sé que color tenía, pero ahora puedo ponerle el color que prefiera, y un nenito que estaba con vos de a ratos, de a ratos desaparecía. En eso apareció mi hermano, y se alegró de verte... pero yo no quería que me vieras, quería mirarte a escondidas, admirarte, llenarme de tu esencia sin que te des cuenta, robártela descaradamente. Después del incómodo saludo que me fue casi imposible eludir, la tarde se pasó volando. Sé que charlamos, que te reías... Mucho... Demasiado... Los chicos desaparecieron y quedamos así, en mi mente, sin entorno, como suspendidos en el aire, en una escena de cine, charlando.
Y luego todo comenzó a desvanecerse, y te fuiste desapareciendo como siempre, sin dar demasiadas explicaciones y yo me fui quedando con tu sabor, que a medida que pasaba el tiempo viraba del dulce al amargo, me fui quedando sin un sin embargo, sin un pero, sin una pista, desconcertada, descolocada, sin saber que onda,m como siempre me dejás...
Me quedé mirando, ahogando un grito que pugnaba por salir, un grito no de desesperación si no mas bien de porque, de saber, de intriga, de curiosidad. Pero bueno fui aceptando poco a poco, que hasta en mis sueños seguís haciendo lo que vos querés, y eso es lo que te hace más libre, más querible, más admirable, más elegible. Y ahí me quede yo; admirando tu anatomía alejarse de mí, eligiendo, y contenta, quizás así me quedaba, sentada en ese lugar, una vez más sin saber... que onda.

sábado, 5 de enero de 2008

Irene, Yo y Mi Otro Yo...

Hoy volvimos desde la casa de mi tía a la casa de mi abuela. Me había levantado medio tarde, pero sin prisa. Sin ganas de hacer demasiado, estaba callada, no por algo en especial, sino porque simplemente no tenía ganas de hablar de nada, ni nada para decir, buscaba en mí la razón de mi silencio justo al momento que mi tía lo advertía y yo contestaba cualquier pavada para no darle importancia al asunto. Entre algunos quehaceres y algunos ocios, comimos y emprendimos la retirada, en eso, la amiga de mi tía avisó que iba a volver en el auto con nosotras. Irene: mujer extremadamente intuitiva, sencilla, sencilla de ser, educada, culta, buena persona e interesante. Cada vez que ella viene, llega cargada de una nube de energía. Usa su esoterismo natural como algo de todos los días y sin darle demasiada importancia. En el viaje habitual de los viernes, ella también advirtió mi silencio pero no como algo casual, intuitiva como es, al finalizar el viaje me dijo: No estés triste, a ver... dame tu dedo ! y mientras tomaba mi dedo índice derecho y lo aplastaba contra el suyo; comenzó a transmitirme energía. Al principio no sentí nada, pero mientras pasaban los segundos empecé a sentir como si una suave corriente eléctrica pasaba por mi dedo: No se si sirve, si existe, o si es posible; quiero creer que si, pero durante el resto del día hice cosas que no suelo hacer: Si bien, en mas de una oportunidad se me llenaron los ojos de lágrimas que traté de esconder, porque en realidad no sabia porque estaba por llorar; acompañé a mi abuela a hacer varios mandados, y aunque en la mitad del trayecto cuando comenzó a repetir por tercera vez la misma historia, deje de escucharla;pero empecé a sentirme contenta de que ya no se sintiera sola. Me encargué de acomodar varias cosas, de no aislarme y demás... A la noche vinieron unos primos que vi una sola vez en mi vida, antes de hoy. Cuando se fueron, bajé a abrirles, fumé mi último cigarrillo del día, y ahora ya acostada me dan ganas de prender otro...
No se si esto de la energía es verdad o no, pero por algún motivo que desconozco sigo un poco triste, desganada, no sé. Debe ser porque me desperté pensando en ese amor trunco, esa cara preciosa, esas pocas palabras cruzadas, esos rulos despeinados, esa sonrisa compradora... ese humor poco cruel, esa inteligencia admirable, esa tenacidad en tu superación personal. ¿Será que te habré idealizado? ¿Será que eras para mí pero la arruiné temprano? ¿Que será? ¿Qué habrá sido de tu vida? Trato minuto a mi minuto despedirme de vos, dejarte, sacarte de mi mente, des-idealizarte, echarte a patadas de mi ser, pero a veces se me hace imposible y no se porque sigo pensando en vos como si formaras de parte de lo que nunca fuiste.
Se que mi duelo no cerrado aún, me cierra y obstruye todas posibilidades de salir del mismo, pero bueno, no se cuanto durará, ni que va a suceder, ni nada, lo único que se es que ha llegado el momento de pensar y empezar a estudiar, distraerme con formulas inútiles de física, revisar viejos principios de termodinámica, y empezar a llenar la mente de cosas que una vez aprobadas, de seguro no volver a utilizar, pero llenaran mi mente de energía renovadora, de aire ganador, y ahí después haber tocado fondo en mas de una oportunidad, sentir que estoy en la superficie nuevamente, que se puede salir a flote, que vale la pena contener la respiración y seguir nadando...

jueves, 3 de enero de 2008

Así soy yo.


  • Tengo 24 años.

  • Soy estudiante.

  • Mujer.

  • 1,68mts.

  • 52 kg.

  • Compu-adicta.

  • Fumo.

  • Tengo buenas amigas Y otras/os de las/os que mejor ni hablar.

  • Adoro Buenos Aires.

  • Me encanta viajar.

  • Soy del interior.

  • Soltera (a veces a mi pesar).

Este año me encuentra un poco rara, sin conocer muy bien el cauce de mi vida, con una materias pendientes que dar en la facultad, lo que me abruma un poco; y con un año pasado a los trancazos, nefasto académicamente; en que el que predominaron las fiestas, los buenos momentos compartidos con amigas. Un año en el que he conocido amigos fugaces, en el que he tenido romances fallidos e incorrectos (demasiado), con un enamoramiento precoz y no correspondido que ha dejado mi corazón en pena, pena que ha sido ahogada por el alcohol, las fiestas, y demás. Año en el que descubrí que como la paz de mi casa no hay, en la que vivo sola y que disfruto a cada momento, refugio incondicional, intocable, lo mas parecido a mi paraíso. Lugar que banca mis neurosis, mis largas horas de reflexión, mis desencantos, y mis risas por supuesto.

Lugar que me conoce tal cual soy, curiosa, desestructurada para el ocio, atormentada por las responsabilidades que dada mis desestructuras hacen que lo demás se vaya a la mierda. Poco responsable. Un poco enojona, pero siempre como muy buenas maneras para expresarlo, eligiendo con cuidado que palabras voy a utilizar para no herir a nadie, y sin hacer que por ese modo sutil de decir todo, se pierda la contundencia de mis pensamientos. A veces me exaspero demasiado, pero trato de hacerlo sola o en compañía de alguien que me conozca muy bien. Otras en cambio trato de no prestar atención y de quitarle poder a mi cualidad observadora, para que no me revele todo en un tris, o mejor dicho para tratar de no ver lo que el tiempo de una manera u otra me va a revelar. Pienso que a veces el ser tan obsevadora me hace estar a la defensiva, y por no estar a la defensiva, muchas veces, las cosas pasan como desde el principio no quise que pasaran, o no quise ver. Puntual a rajatabla, me pone nerviosa esperar cuando no tengo por que hacerlo. No entiendo por que cuando alguien se compromete a una hora, te roba tiempo, haciéndote esperar, me molesta esa gente; y me enojo cuando son impuntuales.

Adoro los lugares con verde, es una de las mejores sensaciones, cuando pisas el pasto descalza, y sentís como cientos de hojas te masajean los pies, en ese momento te das cuenta de que sos parte de este planeta, y te das cuenta de lo pequeño que sos ante su gran inmensidad. Y así de pequeña ante el resto del mundo es que me siento, porque el verde me devuelve la humildad que veces, sin querer, ni saber muy bien por que, pierdo. Y me gusta porque solo así, en contacto con la tierra vuelvo a saber que soy solo un poquito, pero que mi poquito es también mi mundo, grande, gigantesco y divino.

Como se empieza....

Estoy justo en ese momento en el que no puedo dejar las cosas que siempre quise hacer pero que nunca tuve tiempo por un simple cuestión, estoy de vacaciones. Ya hice el debido e inevitable balance de fin de año (que espanto de año, por Dios! y va en serio), rendí (mal), y no tengo mas que tiempo ocioso en mi reloj para hacer eso que siempre estuvo a mi alcance pero que por falta de tiempo nunca quise, ahora ya no tengo excusas para empezar a encarrilar este desastroso tren en el que se ha convertido mi vida.... (suena dramático). Todas las vacaciones anteriores, como consuelo, pensé: año nuevo, vida nueva; ¿y que mejor manera de empezar la vida nueva con unas buenas vacaciones en as que reinan las fiestas y buenos momentos? Acaso no hay que empezar todo como queremos que termine? No, eso se puede aplicar a una persona disciplinada, y no a una persona que le gustan mas las fiestas que respirar! Por eso, después de varios intentos fallidos y después de tratar de probar que mi "filosofía" es la correcta; este año decidí empezar por hacer esas cosas que me ayudarían mucho durante el resto de mi año "académico".
La lista de cosas para hacer en mis vacaciones (cortas, dado que rendí mal):
  1. Aprender a escribir mecanográficamente.
  2. Mantener mi peso.
  3. Visitar lugares de Buenos Aires que quiero y por cuestiones de distancia no puedo.
  4. Terminar de leer el putisimo "Codigo Da Vinci".
  5. Empezar mi blog. (Acá esta)
  6. Hacer algún tipo de ejercicio físico.
  7. Leer mas libros.
  8. Arreglar mi casa.
  9. Conseguir un trabajo.
  10. Deshacerme de amistades erróneas.
  11. Lograr que mi madre deje de molestarme.

Con respecto al primero: Ya estoy haciendo un cursito con una serie de ejercicios pedorrísimos, por ahora no da demasiado resultado, pero juro que le pongo todas las ganas del mundo. Dos: el año pasado en un esfuerzo descomunal y como es debido logré bajar diez kilos que ya me empezaban a incomodar a la hora de comprar ropa, y eso que mido 1,68 mts y peso (hoy) 52 kg, y sin considerarme una obesa (aun con mis kilos demás) no podía encontrar ropa que me entrase, era entrar a las tiendas de ropa y que la vendedora me mire con expresión de perro agonizante para después largar su: hmmm en tu talle me entran la semana que viene. ¿Mi talle?reconozco haber estado un poco rellenita, pero tampoco era para tanto, pedazo de frígida!!! El punto tres de mi lista: soy del interior y como estas vacaciones, por cuestiones de peleas con mi madre y con ayuda de mi tía logré hacer trato y conseguir unas decentes vacaciones con mi abuela y mi tía, que si bien no eran la mejor opción; es mucho mejor estar con ellas que con mis padres durante todo un mes. Y como voy a estar todo enero en la "jungla de cemento" que mejor que visitar esos lugares que siempre quiero, pero por diversas cuestiones no puedo. Cuatro: No se por que pero no consigo engancharme con ese libro, no me atrapa la manera en la que esta escrito, y si bien voy por el capitulo nueve o diez, no se... no le encuentro la vuelta.Cinco: no se muy bien para que, pero una amiga me dijo que escribir se te vuelve un vicio; veré que pasa. Seis: Ya bajé pero ahora lo mas difícil es tonificar estos músculos, lo que mas fiaca me da en el mundo, no hay vez que no desista de este punto, parece que cada vez que empiezo el gimnasio redescubro lo aburrido, tortuoso y embolante que es. Siete: si, me encanta leer, y nunca me hago el tiempo suficiente. Ocho: Dado que no voy a estar en mi casa durante este mes, deduzco que mi hermano en una de sus habituales visitas para lavar la ropa lo debe haber hecho por mí, si no fue así; quedará para Febrero. Nueve: otro punto destinado para febrero, por que si consigo un laburo acá, no creo que vuelva; y como todavía me tengo que recibir me es inevitable tener que volver Pero una vez que esté allá de nuevo... mi vieja no se salva de mi independencia económica, y con eso tampoco se salva de que (por fin) no tenga rendirle MAS explicaciones!! Diez: Y si, siempre termino comprobando a regañadientes lo que dice mi padre: "El chancho embarrado nunca quiere ser solo" como me cuesta asumir que a mi también me gusta embarrarme!. Once: No se si lo podré lograr algún día, pero por lo menos puedo intentarlo (creo que voy a necesitar la ayuda de psicólogos: uno para mi y otro para ella)

Las demás explicaciones... en el próximo post. Quizás....